La Paz, 12 abr (EsPressO Bolivia Noticias).- El presidente, Evo
Morales, viajó a Lima, sede de la VIII Cumbre de las Américas, para participar
del conclave internacional por cuarta oportunidad.
Morales participa en un contexto político adverso debido a la ausencia
del presidente venezolano, Nicolás Maduro Cuba, y el presidente cubano, Raúl
Castro, quien no confirmó aún su asistencia a la Cumbre americana de Lima.
El mandatario boliviano, los de Nicaragua, Daniel Ortega y de Uruguay,
Tabaré Vásquez, podrían conformar el bloque de países que se guarecen bajo la
égida del socialismo del siglo XX.
El evento internacional de manera insoslayable deberá tomar partida
frente a la situación política en Venezuela.
Desde la última Cumbre de las Américas se ha celebrado una veintena de
elecciones para jefe de Estado, cuyos resultados dieron un golpe de timón en la
política de países tales como Argentina, donde en 2015 ganó el conservador
Mauricio Macri, terminando con 12 años del kirchnerismo en ese país austral.
América vuelve a reunirse en Lima en un escenario muy diferente al de hace tres años, tras la salida de Rousseff de la presidencia de Brasil, que fue apartada de su cargo por un proceso que inició el Congreso, y que puso fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores.
La Cumbre de las Américas celebrará en Lima sin dejar de mirar, incluso de rabillo, la crisis política que escaló en el Brasil del presidente impuesto Michel Temer tras el encarcelamiento el fin de semana pasado del expresidente Inacio Lula Da Silva, acusado de corrupción sin pruebas irrefutables.
Morales debe verse cara a cara con el empresario y mandatario chileno, Sebastián Piñera, con quien viene de sostener un duelo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde Bolivia acudió para obligar a Chile a negociar, de buena fe, una salida soberana a las costas del Pacífico.
El mandatario boliviano sostendrá una reunión bilateral con el anfitrión del evento, su homólogo peruano, Martín Viscarra, que asumió la presidencia del país vecino tras la polémica salida de Pedro Pablo Kuczinsky, arrinconado por la corruptela que implica el caso Odebrech.
La Paz y Lima tienen en agenda uno de los proyectos más grandes del siglo XXI, el tren bioceánico de integración, que permitirá unir el Atlántico con el Pacífico a través de un vía férrea que comenzará en puerto Santos de Brasil, atravesará Bolivia y desembocará en la terminal marítima de Ilo, Perú.
Evo Morales desempeñará, asimismo, un papel protagónico en la Cumbre de los Pueblos de las Américas que tiene lugar desde el martes pasado en Lima y que operará de manera paralela a la cita presidencial en la capital limeña.
Se calcula que al menos 2.000 funcionarios americanos asistirán a la Cumbre de Lima, para cuya cobertura se habían acreditado más de 200 periodistas.
América vuelve a reunirse en Lima en un escenario muy diferente al de hace tres años, tras la salida de Rousseff de la presidencia de Brasil, que fue apartada de su cargo por un proceso que inició el Congreso, y que puso fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores.
La Cumbre de las Américas celebrará en Lima sin dejar de mirar, incluso de rabillo, la crisis política que escaló en el Brasil del presidente impuesto Michel Temer tras el encarcelamiento el fin de semana pasado del expresidente Inacio Lula Da Silva, acusado de corrupción sin pruebas irrefutables.
Morales debe verse cara a cara con el empresario y mandatario chileno, Sebastián Piñera, con quien viene de sostener un duelo en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, donde Bolivia acudió para obligar a Chile a negociar, de buena fe, una salida soberana a las costas del Pacífico.
El mandatario boliviano sostendrá una reunión bilateral con el anfitrión del evento, su homólogo peruano, Martín Viscarra, que asumió la presidencia del país vecino tras la polémica salida de Pedro Pablo Kuczinsky, arrinconado por la corruptela que implica el caso Odebrech.
La Paz y Lima tienen en agenda uno de los proyectos más grandes del siglo XXI, el tren bioceánico de integración, que permitirá unir el Atlántico con el Pacífico a través de un vía férrea que comenzará en puerto Santos de Brasil, atravesará Bolivia y desembocará en la terminal marítima de Ilo, Perú.
Evo Morales desempeñará, asimismo, un papel protagónico en la Cumbre de los Pueblos de las Américas que tiene lugar desde el martes pasado en Lima y que operará de manera paralela a la cita presidencial en la capital limeña.
Se calcula que al menos 2.000 funcionarios americanos asistirán a la Cumbre de Lima, para cuya cobertura se habían acreditado más de 200 periodistas.
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