Se lo acusa de engreído, para muchos insoportable, para
otros más que un astro del fútbol mundial, una superestrella del fútbol
mundial, anunciante de las más afamadas líneas publicitarias de todo orden,
conocido por sus gustos estrambóticos; sin embargo detrás del mimado y mal
humorado genio se encuentra un ser que se hace sensible, en muchos casos al
dolor de los niños.
Más de una vez sorprendió con actitudes como las de uno de
los últimos entrenamientos con la selección portuguesa, bajándose del bus se
acercó a un niño para firmar un autógrafo. Es más cuando al portugués le
pidieron que donase una camiseta con algún fin benéfico se encargaba de regalar
una cirugía o hacerse cargo económicamente de quien lo necesitase.
Es el contraste de un genio en la cancha, que pocos podrán
entender su carácter flemático, frío lacónico, pero está claro que muestra su
sensibilidad contradictoriamente a la figura que pintamos los medios de un ser
arrogante y hasta a veces insoportablemente imprescindible, así es Cristiano…
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