La decisión de Maduro el lunes de darle a la enviada de la UE en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa, 72 horas para abandonar el país, se dio tras nuevas sanciones financieras del bloque contra 11 funcionarios de Venezuela, a los que acusa de obstaculizar a la Asamblea Nacional.
“La UE condena firmemente esta decisión y lamenta profundamente el mayor aislamiento internacional que resultará”, dijeron los 27 gobiernos del bloque en un comunicado. “Pedimos que se revoque esta decisión”.
Por separado, la UE dijo que convocaría al embajador venezolano en Bruselas. Además, el jefe de política exterior del bloque, Josep Borrell, escribió en Twitter que tomaría “la medida habitual de reciprocidad necesaria”, sin dar más detalles.
Si bien la UE se encuentra entre los grupos occidentales que presionan por nuevas elecciones en Venezuela, es probable que la disputa dificulte aún más una solución diplomática negociada a la crisis de la nación sudamericana.
A principios de mes, el bloque calificó de ilegítima la decisión del Tribunal Supremo de Justicia del país OPEP en mayo de ratificar a un aliado de Maduro como presidente de la Asamblea Nacional.
La UE cree que el líder de la oposición, Juan Guaidó, es el legítimo jefe del Congreso tras ser elegido en enero por la mayoría de los miembros del parlamento, no el aprobado por el Tribunal, Luis Parra.
En Caracas, Guaidó dijo en una sesión online de la Asamblea que la decisión de Maduro el lunes era “un arrebato de soberbia” y que provocaba que los funcionarios del gobierno “cada día se aíslan más en el concierto mundial”.
La UE dijo que la nueva lista de sancionados elevó a 36 el número de funcionarios venezolanos bajo prohibiciones de viaje y congelamiento de activos.
Reuters
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