Cientos de personas dieron el último adiós a jesuitas asesinados en México

 

Una enfermera es consolada por una mujer durante la procesión fúnebre de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en Creel, estado de Chihuahua, México, el domingo 26 de junio de 2022. (AP Foto/Christian Chávez)

Entre cantos religiosos y ritos de los indígenas rarámuris, a los que entregaron sus vidas por décadas, fueron enterrados la tarde del lunes en el remoto poblado norteño mexicano de Cerocahui los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora.

Más de 600 habitantes de la sierra de Tarahumara, familiares, religiosos y autoridades del estado norteño de Chihuahua se dieron cita en el templo de Cerocahui para acompañar los actos fúnebres de los dos sacerdotes, de 79 y 80 años, que desde ahora reposan en una área cercana a la iglesia donde la semana pasada fueron asesinados a balazos junto a un guía turístico local al que intentaron ayudar cuando huía de un líder criminal de la zona.

Durante una misa, que se extendió por más de una hora, fueron recordadas las labores que cumplieron por décadas los dos jesuitas en las humildes comunidades de la sierra de Tarahumara y algunas anécdotas como la que se dio durante la celebración de los 50 años de Mora en la que le llenaron el rostro de pastel y él se negó a que se lo retiraran para hacer reír a los niños.

AP

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