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Ahora, un equipo internacional
descifró por primera vez el genoma de Beethoven a partir de cinco mechones
genéticamente idénticos del cabello del célebre compositor. Hallaron pruebas de
que tuvo hepatitis B, una infección que podría haber estado asociada a su
muerte.
En la investigación liderada
por científicos de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, también
colaboraron expertos del Beethoven Center de San José y la American Beethoven
Society, en los Estados Unidos, KU Leuven de Bélgica, el Hospital Universitario
de Bonn, la Universidad de Bonn, la Beethoven-Haus de Bonn y el Instituto Max
Planck de Antropología Evolutiva, de Alemania, entre otras instituciones.
Los resultados del estudio
permitieron contar información importante sobre la salud del compositor y
plantea nuevas preguntas sobre su ascendencia reciente y la causa de su muerte.
En 1802, Beethoven había
pedido a su médico que describiera la enfermedad que tenía y que hiciera
público este registro. Desde entonces la salud y la causa de la muerte del
compositor (que ocurrió en 1827 cuando se encontraba en Viena, Austria) han
sido objeto de debate. Pero hasta ahora no incluían resultados basado en
investigación genética y la biología molecular.
Lo que hizo el grupo
internacional es estudiar el ADN de cinco mechones de pelo. Todos eran de los
últimos siete años de vida de Beethoven. Detectaron que los mechones proceden
de un único individuo que coincide con la ascendencia documentada del
compositor.
Al combinar datos genéticos
con historiales de procedencia minuciosamente examinados, los investigadores
corroboraron que los cinco mechones son “casi con toda seguridad auténticos”.
El objetivo principal del estudio fue arrojar luz sobre los problemas de salud de Beethoven, entre los que se encuentra la pérdida progresiva de audición, que comenzó a mediados y finales de sus 20 años y le llevó a la sordera funcional en 1818.
El equipo también investigó
las posibles causas genéticas de las dolencias gastrointestinales crónicas de
Beethoven y de una grave enfermedad hepática que culminó con su muerte en 1827.
A partir de sus años en Bonn,
el compositor sufrió problemas gastrointestinales, que continuaron y empeoraron
en Viena. En el verano de 1821, Beethoven padeció el primero de al menos dos
ataques de ictericia, un síntoma de enfermedad hepática. Desde hace tiempo, se
considera que la cirrosis que afectaba a su hígado habría sido la causa más
probable de su muerte a los 56 años.
El equipo de científicos no
pudo encontrar una causa definitiva para la sordera o los problemas
gastrointestinales de Beethoven. Sin embargo, sí descubrieron una serie de
factores genéticos de riesgo significativos de enfermedad hepática.
También hallaron indicios de
una infección por el virus de la hepatitis B en los meses anteriores a la
última enfermedad del compositor. En la actualidad, existe la vacuna contra esa
infección, que ofrece una protección mayor al 95% contra el virus de la
hepatitis B.
El autor principal del
trabajo, Tristan Begg, de la Universidad de Cambridge, afirmó: “Podemos deducir
de los ‘libros de conversación’ de Beethoven, que utilizó durante la última
década de su vida, que su consumo de alcohol era muy regular, aunque es difícil
estimar los volúmenes consumidos”.
Aunque la mayoría de sus
contemporáneos afirman que su consumo era moderado para los estándares de Viena
de principios del siglo XIX, “no existe un acuerdo total entre estas fuentes, y
aún así es probable que alcanzara cantidades de alcohol que hoy en día se sabe
que son perjudiciales para el hígado”.
Si el consumo de alcohol por
el compositor fue suficientemente elevado durante un período de tiempo
suficientemente largo, “la interacción con sus factores de riesgo genéticos
presenta una posible explicación de su cirrosis”, señaló el científico.
Se llegó a la conclusión de
que era probable que eso fuera el resultado de al menos un “evento de
paternidad extrapareja” -un hijo fruto de una relación extramatrimonial- en la
línea paterna directa de Beethoven.
De acuerdo con Maarten
Larmuseau, genealogista genético de la Universidad Católica de Lovaina,
“mediante la combinación de datos de ADN y documentos de archivo, hemos podido
observar una discrepancia entre la genealogía legal y biológica de Ludwig van
Beethoven”.
INFOBAE
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