Foto: AP |
Decenas de miles de personas
reunidas para el festival Burning Man permanecieron varadas en el desierto de
Nevada el domingo después de las tormentas que azotaron la zona, al tiempo que
las autoridades investigaban una posible muerte y trabajaban para abrir caminos
de salida para el final del fin de semana del Día del Trabajo.
Los organizadores cerraron el
acceso vehicular al festival de contracultura y los asistentes caminaron
penosamente sobre el barro —muchos de ellos descalzos o con bolsas de plástico
en los pies. Se instó a los juerguistas a refugiarse en el lugar y conservar
alimentos, agua y otros suministros.
La mayoría permaneció
agazapada con la esperanza de que las vías de salida sean abiertas el lunes,
aunque algunos lograron caminar varios kilómetros hasta el pueblo más cercano o
llegar allí en autostop.
AP
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