Foto: France 24 |
El presidente ecuatoriano Guillermo Lasso disolvió el
miércoles a la Asamblea Nacional y puso fin así al juicio político que buscaba
destituirlo, una decisión que recibió el apoyo de las Fuerzas Armadas y
cuestionamientos de la oposición, que de todos modos advirtió que la acatará.
Lasso ahora gobernará hasta por seis meses por decreto con
el control de la Corte Constitucional y deberá convocar elecciones
presidenciales y legislativas. Los ganadores de esos comicios completarán el
actual periodo presidencial y legislativo que termina en mayo de 2025.
En una cadena de radio y televisión el mandatario aseguró
que “todos los esfuerzos del Poder Legislativo están enfocados en
desestabilizar al gobierno” y sostuvo que le disolución del Parlamento “es la
mejor decisión posible”.
El artículo 148 de la constitución confiere al presidente
la potestad de disolver el Legislativo por una sola vez, dentro de los tres
primeros años de su mandato, por tres causales: cuando la Asamblea se hubiere
arrogado funciones que no le corresponden, por obstrucción al plan nacional de
desarrollo o por grave crisis política y conmoción interna.
AP
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